Pedagogía: Arte hecho ciencia
Una mirada al lenguaje de Señas
Por: Jair Rodríguez

El lenguaje de señas o lenguaje de signos es un medio natural de expresión y configuración gesto-espacial, de igual manera de percepción visual (o incluso táctil por ciertas personas con sordo ceguera), gracias a la cual, los sordos pueden establecer un canal de comunicación con su entorno social, ya sea conformado por otros sordos o por cualquier persona que conozca el lenguaje de señas empleada.
¿Inclusión o integración?
En cuanto al término inclusión, es un concepto teórico dentro de la pedagogía, que hace referencia al modo en que se debe dar respuesta de la escuela hacia la diversidad. Es un término que surge en los años 90's y pretende sustituir el concepto de "integración", hasta ese momento el dominante en la práctica educativa. La inclusión consiste en modificar el sistema para responder a todos los alumnos/as, en lugar de entender que son los alumnos y alumnas los que se tienen que adaptar al sistema, integrándose en él.
Implicación de las familias en una escuela inclusiva
Entre los objetivos que se pretenden conseguir, está la implicación de las familias de toda la comunidad escolar dentro del proceso educativo de la escuela. Para ello, sería imprescindible crear unos marcos de encuentro y unas estructuras de participación entre familias sordas y oyentes, que les permitiera conocerse y aceptarse: en las reuniones de padres, en las fiestas, en la decoración de la escuela, en la realización de materiales, en las charlas, etc. siendo éstos unos espacios adecuados que nos permitirían unificar estas dos capacidades (la del sordo y la del oyente) en una única comunidad educativa.
Escolarización del alumnado Sordo
La mayoría de los recursos empleados para facilitar la escolarización de los niños y niñas sordos en contextos educativos regulares se pueden englobar en los siguientes apartados: una intervención logopédica; unas estrategias didácticas con apoyo pedagógico y unas estrategias comunicativas en el aula.

Éstas son las actuaciones docentes que ajustan los procesos de enseñanza-aprendizaje y los apoyos a las capacidades del alumnado para facilitar la asimilación del currículo. Pueden sintetizarse en: anticipación de los contenidos (dentro o fuera del aula): léxico, contenidos que se van a exponer en clase...; colaboración de algún compañero eficaz para: facilitar apuntes, anunciar cambios, dar aclaraciones puntuales, acompañar los contenidos de facilitadores visuales: diagramas, palabras-clave, mapas conceptuales, adaptación a su ritmo de trabajo: Necesita más tiempo para tareas académicas que precisen del dominio del lenguaje oral; y adaptación de los textos. Cuidando de no suprimir información relevante y respetando su estructura textual, con respeto a las estrategias comunicativas dentro del aula. Las condiciones comunicativas óptimas aparecen cuando: se facilita la lectura labial: vocalizando con claridad, en un ambiente luminoso y disposición de la clase. El interlocutor utiliza la expresión facial y gestual al hablar; se respeta el fenómeno de la atención dividida; se facilita el sobre andamiaje lingüístico, adaptándose al nivel lingüístico del alumno/a sordo y utilizando el profesor un estilo interactivo conversacional adecuado (compensado, frente a expansivo o restrictivo).
La inclusión educativa se ha analizado por algunos autores
Como una de las alternativas al llamado "dilema de la diferencia" (Dyson y Milward, 2000; Dyson, 2001; Norwich, 2008). Gira alrededor de ofrecer a cada alumno la respuesta educativa que mejor se ajuste a sus necesidades educativas específicas. • La educación de los alumnos sordos, no escapa a dicho dilema tal vez lo ejemplifica de una manera preclara, y en todo caso, como lo vienen poniendo de manifiesto muchos autores (Freire, 2007; Giorcelli, 2004 Marschark et al., 2002; Powers, 1996, 2002), genera enormes controversias.
Dos cuestiones aparecen inevitablemente siempre que se aborda la idea de inclusión en el caso de estos alumnos: la lengua y la identidad